Para las mujeres que se están acercando a la fecha en la que salen de cuentas, o incluso ya han pasado esa fecha pero todavía no han dado a luz, es muy útil conocer ciertos métodos naturales que, aunque no garanticen que se vaya a producir el parto inmediatamente, pueden ayudar a que se produzca.
En primer lugar, uno de los métodos es realizar ejercicio (siempre moderado y con consentimiento ginecológico). Una caminata, por ejemplo, suele producir ciertas contracciones en las mujeres embarazadas que, mayoritariamente, desaparecen cuando descansan. Sin embargo en algunos casos, estas contracciones pueden derivar directamente en el parto.
Por otra parte, antiguamente se estimulaban los pezones para inducir el parto, ya que esto puede producir secreción de oxitocina. Sin embargo, a día de hoy, no se recomienda hacer esta práctica al final del embarazo, cuando la mujer embarazada empieza a producir el calostro, porque podría producir una infección a la mujer.
Y por último, uno de los métodos que se consideran más efectivos es mantener relaciones sexuales al final del embarazo, ya que el orgasmo femenino produce contracciones uterinas y, además, el semen contiene prostaglandinas que inducen las contracciones que derivan en la dilatación. Esto solo se puede llevar a cabo si no existe riesgo de paro prematuro.
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