Existen, principalmente, 3 métodos artificiales para inducir el parto.
La administración de oxitocina por vía intravenosa junto con suero. Ésta es una hormona que se sintetiza de manera natural en el organismo y regula procesos fisiológicos y emocionales. El efecto que tiene al administrarse de forma artificial es que provoca contracciones en el útero que por ende induce el parto.
La administración de oxitocina por vía intravenosa junto con suero. Ésta es una hormona que se sintetiza de manera natural en el organismo y regula procesos fisiológicos y emocionales. El efecto que tiene al administrarse de forma artificial es que provoca contracciones en el útero que por ende induce el parto.
Administrando prostaglandinas sintéticas, que también se producen de forma natural en el cuerpo. En este caso éstas se administran en forma de gel u óvulos, y son las elegidas en los casos en los que el cérvix aún no está maduro para el parto. Lo que provocan por lo tanto es la maduración del mismo y también contracciones.
El último método, y ya no medicamentoso, es la rotura artificial de la bolsa amniótica (bolsa de aguas). Básicamente se realiza para fomentar la acción de la oxitocina y las prostaglandinas. Este procedimiento lo lleva a cabo el/la ginecólogo/a o la matrona, utilizando un dispositivo en alargado que termina en forma de gancho llamado lanceta. Es indoloro y no supone riesgos.
El último método, y ya no medicamentoso, es la rotura artificial de la bolsa amniótica (bolsa de aguas). Básicamente se realiza para fomentar la acción de la oxitocina y las prostaglandinas. Este procedimiento lo lleva a cabo el/la ginecólogo/a o la matrona, utilizando un dispositivo en alargado que termina en forma de gancho llamado lanceta. Es indoloro y no supone riesgos.
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