El tercer trimestre abarca desde la semana 28 hasta la semana 40. El feto está terminando de desarrollarse en el interior del útero y tanto el futuro bebé como el cuerpo de la madre se preparan para el parto.
El aumento del peso desmesurado, la compresión del diafragma materno, la dificultad para conciliar el sueño, entre otros, van a causar cansancio y agotamiento a la gestante, dos de las características de este trimestre. Sin embargo también hay aspectos positivos en este periodo. La expectación y la emoción de saber que en unas semanas tu hijo estará en tus brazos hacen que este proceso valga la pena. Por lo tanto este trimestre sirve para prepararnos para el nacimiento del bebé.
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