A inicio del embarazo es muy común que la placenta se encuentre en la parte baja del útero, pero durante el embarazo la placenta se desplaza hacia la parte superior para así encontrarse en la parte superior de este, y en el tercer trimestre que el cuello del útero esté despejado para el parto.
Cuando esto no ocurre tiene lugar la placenta previa, y la hay de distintos tipos:
- Marginal: La placenta se encuentra a un lado del cuello uterino, sin cubrir la apertura.
- Parcial: La placenta cubre parte de la abertura cervical.
- Completa: La placenta cubre totalmente toda la abertura cervical.
El síntoma mas común es el sangrado sin dolor durante el primer trimestre, aunque otros síntomas pueden ser las contracciones prematuras, un útero de mayor tamaño el que debería por la edad gestacional y que el bebé esté de nalgas o en posición transversal.
Tienen más probabilidades de padecer este problema aquellas mujeres que ya han tenido más partos o a las que se les tuvo que practicar una cesárea (debido a la cicatrización del tejido del útero) , aquellas con un útero anormalmente formado o que pasaran por embarazos múltiples o las que hayan concebio gracias a la fecundación in vitro. Otros factores de riesgo son el tabaquismo, consumir drogas como la cocaína o tener hijos a edad avanzada.
En caso de padecer esta complicación, la embarazada deberá de guardar reposo y acudir con frecuencia al médico. La mayoría de los médicos aconsejan evitar viajar, las relaciones sexuales y los exámenes pélvicos.
A la hora del parto, las placentas marginales pueden dar a luz por vía vaginal, mientras que en aquellas parciales o completas donde la placenta obstruye la luz de la abertura cervical será necesario practicar una cesárea.
Para más información:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000900.htm
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