El parto es un proceso totalmente natural y muy seguro actualmente gracias a los avances. Sin embargo, existen varias complicaciones que pueden darse durante y después esta fase.
Durante el embarazo, es posible que las contracciones no sean efectivas y hagan que el parto se estanque, prolongándolo demasiado. Además, puede ocurrir un prolapso de cordón, que deriva en una situación de sufrimiento fetal (se disminuye o interrumpe el flujo de oxígeno).
Después del parto, existen otras complicaciones. La hemorragia tras el nacimiento es una de ellas. Los factores que aumentan su aparición son: fetos de gran tamaño, partos múltiples, miomas maternos, la edad, partos muy largos, obesidad, etc. Además, las hemorragias son más frecuentes en partos con cesárea que vaginales. Las infecciones son muy comunes en gestantes que han sufrido un parto instrumental, que tengan obesidad y que han permanecido mucho tiempo con la bolsa rota. También son más comunes en partos por cesárea. La aparición de hipertensión arterial, que no tiene por qué asociarse a una hipertensión previa, es otra de las complicaciones. Es importante que la madre realice ejercicio y no aumente mucho el peso durante el embarazo.
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