En la semana 31 de embarazo el feto básicamente se dedica a crecer y aumentar de peso. El lanugo va desapareciendo mientras que cada vez acumula más grasa y el vérnix caseoso sigue creciendo. Es común que el feto ya esté colocado en posición cefálica, es decir, boca abajo, por lo que sus patadas se notan más en la parte alta del abdomen. En el caso de estar de nalgas, se sentiría más presión debajo de las costillas, pero menos patadas.
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| Posición cefálica |
Es probable también que la madre tenga más problemas para dormir por el tamaño de la barriga y las ganas aumentadas de orinar.
En la semana 32, junto con la anterior, el feto experimenta un gran aumento de peso que se traduce también en un aumento del tamaño del vientre de la madre. Debemos tener en cuenta que la media de peso al nacer ronda los 3’5kg. Es también en este momento cuando, si no lo ha hecho antes, el feto se colocará con la cabeza hacia abajo para prepararse ante el parto. Algo destacable en el desarrollo del feto a este nivel del embarazo es que comienza a aparecer lo que se conoce como surfactante pulmonar, que es un líquido que recubre los alvéolos y que permitirá llevar a cabo el intercambio gaseoso.
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